Guatemala participa internacionalmente de forma
oficial a la III Exposición Universal en París 1878
La documentación que se evaluó en el ministerio
de relaciones exteriores en sus archivos y publicaciones se tiene registrado
que la primera participación oficial como país en una exposición internacional
o mundial se lleva a cabo en Paris asistiendo a la Exposición Universal
en el año 1878.
Esta fue la tercera feria universal, cuyo
tema fue la Agricultura, Artes
e Industria, También se celebró la recuperación de Francia después de su
aplastante derrota en la Guerra Franco-Prusiana de 1870.
Los edificios y el recinto ferial estuvieron prácticamente
inacabados hasta el día de la inauguración, ya que complicaciones políticas
impidieron al gobierno francés prestar más atención a la exposición hasta seis
meses antes de su apertura. Sin embargo, los esfuerzos hechos en abril fueron
sorprendentes, y el 1 de junio, un mes antes de la inauguración oficial, la
exposición estaba definitivamente acabada.
El
pabellón de Guatemala se ubicó en la Avenida de
las Naciones, una calle con 730 metros de longitud, en donde se dedicó a
ejemplos de la arquitectura doméstica de
los países de América.
Para dicha actividad se conto con
el apoyo económico del gobierno francés comprometiéndose el gobierno de
Guatemala a nombrar a las personas que atenderían el pabellón como hacerse
cargo de transportar por barco utensilios u objetos criollos del país y hacer
una degustación diaria de café como producto representativo del país. Más de 13 millones de personas
pagaron por asistir a la exposición, convirtiéndola en un éxito financiero. El
costo de la participación de Guatemala fue sufragada a final de cuenta por el gobierno francés, que suministro los fondos de
construcción de los pabellones de los países invitados.
Al frente del pabellón ondeo
todos los días de forma orgullosa el pabellón
nacional.
La prensa parisina considero que Guatemala tuvo una modesta participación
en comparación de los pabellones de otros países como el de Argentina y Brasil,
pero representativa de un pequeño país muy poco conocido por los asistentes al
evento.
Fue edificado de staff,
un material de construcción de bajo coste inventado en París en 1876, que está
compuesto por fibra de yute, yeso de París y cemento. En el pabellón se promovía la
degustación de café de 2 a 4 de la tarde todos los días y se promovía con un
rotulo alusivo que informaba a los visitantes.
De tal acontecimiento no se tienen evidencias fotográficas pero si una
ilustración de bocetaje del periodismo en claro oscuro realizado por grabados de la ilustración española y americana.
En esta exposición universal se
mostro la
cabeza de la Estatua de la Libertad que Francia dona en años posteriores a
Estados Unidos, la misma fue mostrada en el jardín del palacio del Trocadero,
mientras otras piezas fueron enseñadas en los Campos de Marte.
En esta
exposición, se celebraron varios encuentros y conferencias sobre consenso sobre
normas internacionales. El escritor francés Víctor Hugo dirigió el Congreso para la Protección de la Propiedad
Literaria, que condujo a la consiguiente formulación de las leyes
internacionales del copyright. Otros encuentros condujeron a normalizar el
flujo de correo de un país a otro. Se llevo a cabo también el Congreso
Internacional para la mejora de las condiciones de los ciegos con adopción mundial del sistema de lectura táctil Braille.
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| Otro acontecimiento importante es que el pabellón de Japón introduce el Bonsai como un arte y técnica a la vez en su pabellón. |
En la exposición universal de París en 1878, el bonsái hace su primera
presentación en Europa en el pabellón de Japón el cual mostro una de las más
interesantes colecciones en sus jardines. Pero no fueron recibidos con mucho
entusiasmo, como es evidente a partir de un informe en el Journal Hebdomadaire
por un periodista que describe su visita al pabellón japonés: la curiosidad de
planta excepcional en este jardín es el bosque en miniatura, o humedal boscoso,
formado por árboles que son normalmente
inmensos pero cuyo desarrollo los japoneses los miniaturizan, como los chinos,
son calificados de imitar, por lo que pueden cultivarse en macetas. No podemos
encontrar esto un arte particularmente atractivo para la época, pero eso no es motivo para
ignorarlo.
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